sábado, 6 de junio de 2015

GERARDO DIEGO - EL CIPRÉS DE SILOS



A Ángel del Río                       


Enhiesto surtidor de sombra y sueño   =(A) 11 sílabas

que acongojas el cielo con tu lanza.   =(B) 11 sílabas

Chorro que a las estrellas casi alcanza   =(B) 11 sílabas
devanado a sí mismo en loco empeño.   =(A) 11 sílabas



Mástil de soledad, prodigio isleño,   =(A) 11 sílabas

flecha de fe, saeta de esperanza.   =(B) 11 sílabas

Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,   =(B) 11 sílabas
peregrina al azar, mi alma sin dueño.   =(A) 11 sílabas



Cuando te vi señero, dulce, firme,   =(A) 11 sílabas

qué ansiedades sentí de diluirme   =(A) 10 sílabas

y ascender como tú, vuelto en cristales,   =(B) 11 sílabas


como tú, negra torre de arduos filos,   =(C) 11 sílabas

ejemplo de delirios verticales,   =(B) 11 sílabas

mudo ciprés en el fervor de Silos.   =(C) 11 sílabas



Introducción


En este soneto de Gerardo Diego (dos cuartetos y dos tercetos en versos endecasílabos), con rima consonante y métrica en arte mayor (más de ocho sílabas), titulado El Ciprés de Silos, el autor canta las alabanzas y su pasión de un majestuoso árbol, un ciprés, ubicado junto al río Arlanza y próximo al monasterio de Silos, Burgos, desde una perspectiva poética.

Contextualización


A pesar del hecho en el que España se encontraba inmersa en una dictadura (General Primo de Rivera) y su sociedad vivía con escasez y déficit económico, no alteró ni influyó en las obras de nuestro autor, las cuales omitían dicha situación.

Cabe destacar, la gran influencia e inspiración que obtuvo el autor en su diurna estancia en Burgos, en la hospedería del monasterio de Santo Domingo de Silos.
Quedó prendado de la exquisita belleza que irradiaba el claustro, que albergaba cuatro longevos cipreses, plasmo de aquella admiración en su poema.

Opinión Crítica

El ciprés de Silos es un soneto de 14 versos con rima consonante. En él nos transmite su admiración hacia un tieso ciprés vertical situado en la ribera del río Arlanza, junto al monasterio de Silos. Tal devoción es transmitida por nuestro autor, Gerardo Diego, mediante el empleo meticuloso de una serie de recursos literarios y estilísticos que reafirman sus sensaciones y sentimientos hacia la naturaleza y el alma.

En primer lugar  hace uso del hipérbaton con el que altera el orden lógico o normal de la frase con el mero fin de enfocarla hacia un punto más poético, "negra torre".

La utilización de la Anadiplosis en el tercer y cuarto párrafo, "y ascender como tú, vuelto en cristales como tú", proporciona un ritmo y percusión al poema lo que hace a la lectura más agradable y sonora.

En mi opinión, Gerardo Diego nos ilustra de manera más adecuada y verosímil el aspecto y las características que el árbol posee.

En el transcurso del poema se emplean una serie de recursos tales como; la Aliteración; "Surtidor de sombra y sueño", transmitiendo sonoridad, la Alegoría; "enhiesto surtidor de sombra y sueño, que acongojas el cielo con tu lanza", con el cual ansía expresar una idea mediante el uso de la metáfora en este caso resultando en una sensación de verticalidad, delgadez y punzadez.

Llegados a este punto, las metáforas predominan en todo el dominio de esta obra, sin duda alguna la gran protagonista. Las metáforas y los símil hacen que un simple Ciprés deje de serlo y pase a ser un majestuoso símbolo de elegancia y paz. Cabe destacar que este árbol se suele encontrar en las proximidades de los campo santos y que por ello refleja la fe y el teísmo religioso.

En general todas las bien logradas metáforas describen a este árbol como si de un neoyorquino rascacielos se tratara; alto, estrecho, tieso, rígido, solitario y sobresaliente ante toda su periferia. El autor muestra respeto y sumisión ante tremenda superioridad, reflejada en sus metáforas; "negra torre de ardos filos", "Chorro que a las estrellas casi alcanza", "mástil de soledad".

Podemos ver que el autor utiliza objetos y símbolos para que la descripción de verticalidad, presente en los cipreses, se afiance en el poema; "que acongojas el cielo con tu lanza", "mástil de soledad", "flecha de fe", "cuando te vi señero".

Por último simplemente manifestar la presencia de fe en numerosos versos del texto; "flecha de fe, saeta de esperanza", "peregrina al azar"; que expresan la vinculación de este tipo de coníferas con la funeraria, la muerte y su cometido en el ascenso de las almas al cielo.

Conclusión

Sin más dilación, "El Ciprés de Silos" es una muestra de las admirables habilidades líricas de Gerardo Diego.

Su extraordinaria capacidad de crear entornos idílicos y de enlazar un refinado sentido musical junto con una capacidad metafórica prodigiosa para dar lugar a un sentimiento de sumersión en lo espiritual, son lo que a nuestros ojos, lo convierte en un espléndido autor. 

Traspasa la barrera de lo convencional, en el sentido subjetivo, envuelto en un molde vigoroso ha transformado la realidad de Silos en una obra capaz de tocar los sentimientos del hombre.

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