miércoles, 13 de mayo de 2015



Hijos de la Ira

Y esta mujer se ha despertado en la noche, 
y estaba sola, 
y ha mirado a su alrededor, 
y estaba sola, 
y ha comenzado a correr por los pasillos del tren, 
de un vagón a otro, 
y estaba sola, 
y ha buscado al revisor, a los mozos del tren, 
a algún empleado, 
a algún mendigo que viajara oculto bajo un asiento, 
y estaba sola, 
y ha gritado en la oscuridad, 
y estaba sola, 
y ha preguntado en la oscuridad, 
y estaba sola, 
y ha preguntado 
quién conducía, 
quién movía aquel horrible tren. 
Y no le ha contestado nadie, 
porque estaba sola, 
porque estaba sola. 
Y ha seguido días y días, 
loca, frenética, 
en el enorme tren vacío, 
donde no va nadie, 
que no conduce nadie.



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